El siguiente texto acerca del gato se publicó en la clausurada bitácora “Diario de un esqueleto” en enero de 2007 y no se encuentra incluido en el libro del mismo título.

El gato confiere a lo animal un digno erotismo –el erotismo guarda más relación con el movimiento que con ninguna otra cosa.
La del gato es, de hecho, una animalidad indisociable de su dignidad, una dignidad hermosa, una hermosura acentuada por su sigiloso erotismo.
Trae en su piel de la sagrada selva la armonía, peregrino de los salones, cazador para quien un prado es sabana, y junto al fuego amigo sin palabras, hermano en el silencio y en la mirada.
El gato nunca será un esclavo. Si lo maltratas te abandonará. Con su discreto vivir demuestra que la dignidad y la inteligencia no son humanas.